Este año toca divertirse

Se me ocurren muy pocos posts peores que el último, así que si lo miro por el lado bueno, la semana sólo puede ir a mejor... de momento la acabaré en Vigo... bueno, mejor dicho, en un tren volviendo de Vigo.

En efecto, un año más (ya van 4 veranos consecutivos, y casi 5 años desde que empecé) vuelvo al tren, como el chato del turrón que vuele a casa por Navidad, pero yo al trabajo y por el verano.

Justo anoche, antes de dormirme estaba pensando que estaría bien buscarme un trabajo de verdad, que me dejara dormir en casa, ver la tele un rato por la noche... lo que viene a ser un currito de verano, normal y en condiciones. Pero va a ser que no. La que pone los viajes (que debe tener telepatía) me ha despertado esta mañana, y antes de que pudiese reaccionar me ha organizado los próximos 7 días (seguro que me los reorganiza varias veces durante este tiempo, pero lo que cuenta es que ya ha anulado mi poder de decisión para los próximos 2 meses).

Y como ya viene siendo una tradición, aviso a todas aquellas personas que estén en situación de llamarme por teléfono, que como hagan uso de esta condición entre la salida y la puesta de Sol (bueno, más concretamente, entre la llegada y la salida de los trenes) iré a donde quiera que esté y le moleré a palos. Ea, ahí queda dicho, quien avisa no es traidor. Si tienes que hablar conmigo trasnocha, y si no, mándame un mail.

Para batallitas sobre el tren, consulte las próximas entradas, que fijo que alguna cae, porque mi confianza en la evolución de la especie humana no es tan profunda, y seguro que siguen quedando personajes que intentan dejar la maleta dentro de una nevera.

Adiós, Yaya

Cuando suena el teléfono de casa en mitad de la noche...malo. Y hoy ha sonado a las 6 de la mañana, y eso se considera noche. Llevaba menos de 2 horas dormida, así que me ha costado escuchar el teléfono, y más aún llegar a la conclusión de que hay que responder... Al otro lado una enfermera preguntando por mi padre.

- Si no eres Rafael no te puedo decir nada.
(Pues no, chica, no soy Rafael...)
- Vale, pero ¿ha pasado algo?
(Menuda pregunta lumbrera... si te parece te llaman a estas horas para decirte que tu abuela se ha tomado todo el desayuno)
- Sí, ha pasado algo, pero no te puedo decir nada.

En fin, que no me podía decir nada, pero me lo ha dicho todo.

Tenía 88 años, no está mal. Ha tenido tiempo. Hace poco preguntó que cuántos le quedaban para los 100, y le pareció que 12 eran demasiados... Siempre decía que quería que la incinerasen y tirásemos sus cenizas a un container... espero seriamente que a nadie se le ocurra cumplir su última voluntad.

La Super Nena es un Sol

Estoy de buen humor, lo que para los buenos entendedores significa que el examen me ha ido bien (de hecho, me ha ido de puta madre). La Super Nena tenía materia de sobra para picarse y que no aprobara ni Cristo, pero se ha portado como una campeona. El viernes la nota (uno de los poderes de la Super-Nena es la velocidad) y, para aprovechar el viaje, el viernes también es el próximo examen.

Esta noche he dormido 4 horas, no me he echado siesta (grrrrrr) y acabo de llegar de montar en bici... cada día cuesta más (¿no tendría que ser al revés?). Sospecho que voy a dormir de coña, por eso, seguro que hoy dan algo bueno por la tele... es otra de las Leyes de Murphy, ahora que no tengo vídeo (sí, el técnico sigue chuleándome), los pocos días que me duermo pronto me pierdo algo interesante, y el resto de días me toca tragarme los telefilmes de Antena 3.

Para redondear el día, sólo faltaría que empezase a estudiar para el próximo examen, pero si consigo guardar los apuntes de Sindical me daré por satisfecha. Y lo mejor de todo: mi madre por fin ha hecho su examen de mates, dudo que haya conseguido aprender a hacer ecuaciones, pero por lo menos ya no tengo que explicárselas más.

Las Britneys de mi clase, cuando salen ofuscadas de un examen se van al Portal de l’Àngel a fundir la Visa de papá. Cuando yo salgo de un examen (ofuscada, o no) me voy a Tallers, y como se avecinda el verano (época en la que, muy a mi pesar, me es imposible frecuentar la zona), ya estoy cargando la despensa... de momento hoy he comprado (entre otros 40 euros que no tengo) el Son Of A Plumber de Mr Gessle (Per para los amigos), la mitad masculina de Roxette... lo único que puedo decir del disco es que trae 2 cd’s (acabo de abrirlo). Todo esto era para decir lo que estoy escuchando, que lo sepas.

¡Quiero mi Matrícula!

Esto de los exámenes afecta seriamente a la salud mental de los estudiantes... mi primer pensamiento del día (literalmente) ha sido la legitimación para negociar está regulada en los artículos 87 y 88 del TRET. Esto ha sido antes incluso del obligatorio quiero dormir más, y del típico en mi voy a ver que dan en la tele.

No sé si he estudiado mucho, si he estudiado poco, si me he aprendido la materia (esto no quiero comprobarlo, porque como me dé cuenta de que no me la sé, lo voy a flipar... prefiero averiguarlo directamente en el examen)...

De momento, lo único que sé es que quedan menos de 13 horas para la hora H, y he decidido que se acabó lo que se daba... he encendido una barrita de pachouli, voy a mirar el correo, estoy escuchando música (Alanis, para más señas)...

(...)

No sé si me estaré colocando con el incienso, pero cuando dejo la mente en blanco (o se pone ella sola), veo convenios colectivos cruzando mi cabeza de un lado a otro.

Y ya van 3

¡Hola majos! Ya soy tía otra vez. Así es imposible que mi economía mejore (los niños vienen con un pan bajo el brazo, pero, ¿quien lo paga?, que el pan está carísimo).

El personajillo se llama Héctor, ha nacido a las 13.25 (así que, si no calculo mal, tiene unas 8 horas), ha medido 51 centímetros (aunque se le ve muy pequeño) y ha pesado 3 kilos 120 (un gallifante para la que hace 3 semanas dijo que pesaba 3,700).

¿Qué más? ¿Qué más? ¿Qué más?... tiene mucho pelo (moreno), los dedos de las manos muy largas (no le he visto los de los pies) y no tiene dientes (pero creo que eso mejorará con el tiempo).

Mi hermano se ha mareado cuando ha visto la rotura de aguas (¿se dice así?), y yo me he mareado cuando lo contaban (en serio, no son necesarios tantos detalles).

Me voy a ver si estudio algo. Si la cosa va bien no hay post hasta el lunes. Si me canso de estudiar, pues ya escribiré algo. Agur.

La vida del estudiante

Últimamente (y durante las próximas 3 semanas), mi vida es bastante cutre: una visita a la Universidad cada 5 días más o menos para hacer un examen, y el resto del tiempo haciendo como que estudio.

Ayer fue el gran día. Los exámenes del proyecto. Esperaremos a la nota, pero yo diría que no fueron mal del todo (no quiero suspender, pero aprobar me da yuyu)).

Y ahora a preparar el de Sindical II (asignatura también conocida como “Quiero Mi Matrícula”). Ayer me lo tomé de descanso, y por lo visto hoy también, lo que deja en 4 días el tiempo para aprenderme 8 temas... ¿asequible?

Le he dado un descanso a la canción A Little Respect de Erasure (creo que los vecinos ya se la han aprendido) y ahora tengo en la cadena el Like A Prayer de Madonna, de 1989. Nada que decir de este disco, a parte de que es el mejor de la Madonna joven (de la Madonna vieja es el Ray Of Light de 1997).

¡Qué ya han empezado!

Ayer por la mañana fue la exposición del proyecto. En teoría era a las 10.15 (más el retraso de rigor), pero contra todo pronóstico, entramos a las 10, así que nos ahorramos los peores nervios (los de los últimos minutos)... estoy muy orgullosa de mi misma por potar el desayuno delante de los profes (como preveía que iba a hacer)... pero se portaron, y no nos metieron mucha caña (les debimos caer simpáticos).

Se supone que la nota de la exposición es individual, pero ni se molestaron en preguntarnos el nombre y como, evidentemente, no nos conocen, supongo que la nota será colectiva, lo que puede mejorar bastante la mía. De hecho, ya podría saber la nota de la exposición y del proyecto, pero como no las decían hasta las 3, he decidido que ya la veré el martes, cuando vaya a hacer los exámenes del proyecto (que cansino que es, nunca se acaba).

Uno es de derecho, asignatura para la que no tenemos ni un triste programa, con lo que es imposible estudiar algo (todos estamos igual, no soy yo)... así que esta será sorpresa sorpresa (así como lo dirían las azafatas de la Gemio). El otro examen, el chungo de verdad es el de economía, para el que tampoco hay programa, pero a cambio tenemos 2 bonitos libros... en mi caso, sólo tengo 1 (he decidido que no quiero más).

De hecho, en este preciso momento debería estar estudiando ratios (si me los hubiera aprendido bien el año pasado para contabilidad...) pero son un coñazo, y los préstamos, el punto muerto, los balances, la cuenta de pérdidas y ganancias, el marketing... me han dejado un poco saturada. Así que preveo que el resto de la tarde estaré perdiendo el tiempo y por la noche no podré dormir por el sentimiento de culpabilidad que me creará el hecho de haber perdido otro día más.

A, por cierto, no he dicho que en estos exámenes del martes me juego todo el curso próximo, y esto es muy literal. Si apruebo puedo hacer lo que quiero hacer. Si suspendo, aún me quedará septiembre y la extraordinaria, pero nunca (y cuando digo nunca es NUNCA) he aprobado una asignatura en septiembre (no es que no me hayan quedado, es que no las he aprobado)... así que no me quiero presionar, pero o me lo curro o me jodo pero bien.

De fondo, el cd de Monoband (o de Noel Hogan, como prefieras)... a ver si así me motivo.