Hace algún tiempo, leyendo blogs a los que llegué siguiendo los links que iba encontrando en los mismos, acabé leyendo a un chico que contaba que conleccionaba ejemplares de El Principito en diferentes idiomas. Hace un par de semanas, en El País aparecía la historia de una señora con la misma afición.
Esta señora sabía que existía una edición en dari (idioma hablado en una zona Afganistán), que nunca había llegado a ver la luz, porque después de imprimirse se había quedado en cajas en un sótano, y tras unos años de guerras varias y bombardeos había sido destruída. Como regalo de cumpleaños sus amigos hicieron una colecta para reimprimir el libro en ese idioma y, con ayuda del ejército, repartirlo entre niños y mujeres de Afganistán.
En vista del éxito, no se ha conformado con sólo un libro, y ha creado la Fundación Cometa, que tiene como fin recaudar fondos para crear escuelas y proporcionar educación y por tanto futuro a la gente de ese país.
Esta señora sabía que existía una edición en dari (idioma hablado en una zona Afganistán), que nunca había llegado a ver la luz, porque después de imprimirse se había quedado en cajas en un sótano, y tras unos años de guerras varias y bombardeos había sido destruída. Como regalo de cumpleaños sus amigos hicieron una colecta para reimprimir el libro en ese idioma y, con ayuda del ejército, repartirlo entre niños y mujeres de Afganistán.
En vista del éxito, no se ha conformado con sólo un libro, y ha creado la Fundación Cometa, que tiene como fin recaudar fondos para crear escuelas y proporcionar educación y por tanto futuro a la gente de ese país.
