24 febrero 2009

Again and again

Otra vez he ido a Dublin, y otra vez he vuelto. Esta vez se ha parecido bastante a la primera, por lo menos, en cuanto a turismo se refiere, con las visitas obligadas por cualquier guía que se precie, y que no hacía desde hace más de 3 años.

Trinity College: con la biblioteca antigua y el Book of Kells (un libro religioso y suuuuuuuuuuuper antiguo, que aún no tengo muy claro qué es).

Ginness Storehouse: la fábrica de la cerveza Guinness, a la que todo guiri en Dublin debe peregrinar por lo menos una vez en la vida, y donde beberás la mejor Guinness del mundo, que va de la fábrica al surtidor, sin agitarse en un camión o un barco.

St. Patrick's Cathedral: la catedral de Dublin, en honor al Santo Patrón de Irlanda. Si te cuelas en la misa te ahorras los 4 ó 5 euros que vale la visita.

Kilmainham Gaol: la antigua prisión de Dublin, en funcionamiento entre 1796 y 1924. El último preso que durmió allí fue Eamon de Valera, que poco después se convirtió en Presidente de la República de Irlanda. Obligatoria para cualquiera a quien le interese un poquito la historia más reciente de Irlanda.

Phoenix Park: el parque urbano más grande de Europa. Verde, verde y más verde. Mucho mejor con tiempo y unas bicis para pasear y unos bocatas para acampar a la hora de comer.

Además, claro está, de O'Connell Street, Grafton Street, St. Stephens Green, the Spire, el Liffey, el Ha'Penny Bridge... y la visita, totalmente prescindible, a Greystones, el pueblo más feo de toda Irlanda.

19 febrero 2009

Déjà vu

Como en unas vacaciones anteriores, Madonna me ha hecho comprarle una entrada para su concierto (aunque, por primera vez, esto no implica un viaje, ¡lástima!). Y como en una de las anteriores ocasiones, el Opera (explorador que yo utilizo como alternativa al Explorer, que no me gusta) ha estado a punto de dejarme sin las entradas que yo quería, aunque esta vez no lo ha conseguido (¡j*d*t* Opera!) y yo sí, tengo entradas de ¡¡¡Golden Circle!!!

Nota para mi Yo futuro: para las cosas importantes utiliza en Explorer.

Pues eso, que el 21 de julio tengo una cita con Madonna (en Barcelona), y más le vale que se haya duchado, porque vamos a estar cerquita.

16 febrero 2009

Ya es oficial

Desde hoy, y hasta el próximo 2 de marzo (como mínimo), estoy oficiamente de vacaciones. Bien es cierto que llegué de viaje el jueves a las 7 de la mañana, y llevo desde entonces por aquí, pero eso ha sido de regalo, las vacaciones propiamente dichas empiezan hoy.

En todo el fin de semana he pasado en casa despierta unas 2 horas, que es menos aún que si hubiera trabajado, pero bueno, es distinto.

El sábado a las 7 de la mañana sonó el despertador (eso de levantarse un sábado de vacaciones a las 7 de la mañana debe de ser pecado, menos mal que soy atea). Objetivo: el observatorio astronómico del Montsec, que hacía jornada de puertas abiertas, y pintaba lo suficientemente bien como para hacerme cometer el crimen antes confesado... otro día no me engañan. No llegué a casa hasta las 20.37, porque por alguna extraña y desconocida circunstancia, la conductora del otro coche iba a una velocidad de entre 70 y 80 por la autovía donde se puede ir a 120 (¡durante 100km!), y por una circunstancia más extraña aún, la conductora del coche donde yo iba no adelantó y tiró millas. Consejo para la señora del coche 1: señora, en vez de un BMW, cómprese un Panda, que pagará menos de seguro, y para usted tiene prestaciones de sobra.

A las 21.15 volví a salir de casa, porque como me hubiera sentado en el sofá me habría dormido, y dormirse a las 21 en un sábado de vacaciones debe ser un pecado casi tan gordo como el de levantarse a las 7, y 2 pecados así de grandes en un solo día es demasiado incluso para mí. Cine y a casa (lo que no me cuadra es por qué llegué a las 2 de la mañana, si la peli empezó a las 22.20).

El domingo empezó a las 11.30, a y 35, 40, 45, y así sucesivamente hasta las 12.05. Con el cielo más negro que una mina de carbón, bici y a la playa (los planes son los planes). Una comida en la playa y 30 km en mis cuádriceps después, ducha y a Barcelona, a celebrar que es domingo con unos Baby Guinness (si te interesa, que debería, lo del Baby Guinness, la receta está en el post del pasado St. Patrick). Cena, otro cine, y como la noche es joven, aún hay tiempo para unos vídeos de Madonna con algunos colegas del trabajo. De vuelta a casa a las 4 de la mañana, y por fin es lunes.