Me quedan apenas 3 horas de vacaciones, y casi 2 meses hasta los próximas, y aunque eso pueda no parecer nada, a mi, en este momento, me parece un mundo.
Pienso en lo que me espera, y me da, más o menos, igual el viaje, los compañeros, los viajeros, el no volver a casa hasta dentro de un día y medio (menos mal que empiezo con un Cádiz y no con un Vigo)... Pero hay 2 momentos que me dan pereza por encima de todo. Uno llegar al trabajo. Hacer el camino entre el aparcamiento y la oficina, entre la oficina y el tren, y la hora que pasa hasta que mueven el tren camino de la estación. Y segundo, no me apetece nada tener que estar, a las 4 de la madrugada, pasando frío en una estación perdida en medio de la provincia de Ciudad Real, durante 20 minutos.
Recuerdo que en algún momento no especialemente lejano me encantaba este trabajo. Pero soy incapaz de recordar por qué, así que si tú tienes la más mínima idea refréscame la memoria. La otra opción es que me ofrezcas un trabajo que me de dinero y tiempo libre para poder viajar (tampoco pido tanto, ¿no?).
Y encima, la Navidad de las narices a la vuelta de la esquina.
Pienso en lo que me espera, y me da, más o menos, igual el viaje, los compañeros, los viajeros, el no volver a casa hasta dentro de un día y medio (menos mal que empiezo con un Cádiz y no con un Vigo)... Pero hay 2 momentos que me dan pereza por encima de todo. Uno llegar al trabajo. Hacer el camino entre el aparcamiento y la oficina, entre la oficina y el tren, y la hora que pasa hasta que mueven el tren camino de la estación. Y segundo, no me apetece nada tener que estar, a las 4 de la madrugada, pasando frío en una estación perdida en medio de la provincia de Ciudad Real, durante 20 minutos.
Recuerdo que en algún momento no especialemente lejano me encantaba este trabajo. Pero soy incapaz de recordar por qué, así que si tú tienes la más mínima idea refréscame la memoria. La otra opción es que me ofrezcas un trabajo que me de dinero y tiempo libre para poder viajar (tampoco pido tanto, ¿no?).
Y encima, la Navidad de las narices a la vuelta de la esquina.
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