Viernes 04/06/08
Sant Boi City - Girona Airport
Girona Airport - Dublin Airport: claro, que casi acabo en Roma porque yo me equivoqué de cola, pero el chato me cortó la tarjeta de embarque y me dejó pasar.
Sábado 05/06/08
Dublin Airport - Dublin City: a tomarnos una pinta en Temple Bar... bueno, vale, sólo fue media, que teníamos 200 kilómetros por delante... Que nos cierran el Temple Bar, pues tiene toda la pinta de ser una señal, tira millas...
45 minutos, dando vueltas por Dublin después encontramos la M6, seguramente tuvo algo que ver que saliésemos en dirección suroeste en vez de noroeste, pero claro, eso no lo sabíamos en aquel momento, y suficiente hicimos con mantenernos en nuestro carril de la izquierda.
Dublin City - The West!: toda la noche conduciendo y por fin llegamos al oeste. Para la primera noche no teníamos alojamiento, porque total, no íbamos a llegar antes de las 6 de la mañana, y como disponíamos de un confortable (ejem!) coche... En algún lugar que presentíamos cercano a nuestro destino decidimos buscar un sitio para aparcar y echar una cabezadilla. Nos metimos en el parking de un centro comercial (quien dice centro comercial dice una farmacia, una tienda de lámparas y enanos de jardín y un supermercado) apagamos el motor, tiramos los asientos para atrás y a dormir (6.10 a.m. local time). El centro comercial en cuestión abrió sus puertas a las 7 de la mañana, así que en seguida tuvimos compañía, pero también tengo que decirte que ni a ellos les importó, ni a nosotras tampoco.
10.30 Me despierta Nelly Furtado con más razón que una santa All Good Things Come To An End. Nos desperezamos durante 3 segundos, recuperamos la posición original de los asientos (en esto invertimos unos 8 minutos) y a conducir (ahora me toca a mi, por cierto). Un rato después llegamos al albergue, no sin pasarnos la entrada a la aldea un par de veces, y confirmamos mis sospechas, es de esos albergues que durante el día están cerrados, así que no podremos hacer el check-in hasta las 5 de la tarde. Vamos a la playa que hay al lado, y además de un par de perros paseando a sus dueños, vemos a un valiente que va a hacer kitesurf (estuvimos unos 10 minutos esperando a que e metiera en el agua y no lo vimos, así que es posible que sólo se estuviera pegando la vacilada... nunca lo sabremos).
Nos vamos a los Cliffs Of Moher. Incribles. Estupendamente preparados, con un murete para no caerse, y un mirador en cada punta del paseo. Un cartel de advertencia y mi vértigo me impiden ir más allá del mirador, así que me pierdo parte de las vistas, pero con lo que tengo delante ya me hago a la idea.
Seguimos camino hacia algún lugar donde nos den de comer, y en Ballyhsfgwqgf encontramos un restaurante español y un localucho con máquinas tragaperras (pero de las que no dan dinero, sólo se lo tragan) y con olor a fitanga. Ese olor es irresistible. Comemos, y antres de que Morfeo nos atrape decidimos volver al hostel vía Ennis, lo que nos desvía un poco, pero como no tenemos nada mejor que hacer.
Ennis es un pueblo como todos los demás, con casas de colores, una calle principal... pero un poco más grande. Y los sábados por la tarde tiene mercadillo, que lo sepas.
Cómo aún no hemos visto Galway (la cuarta ciudad de Irlanda) enfilamos hacia allí, descartando pasar por Limerick, que está a sólo 25 km de Ennis, pero a 92 de Galway, lo que empieza a ser un poco lejos. De camino hacemos el check-in en el albergue, no vaya a ser que se nos haga más tarde de las 22 y nos toque dormir en el coche otra noche. La señora Melissa nos informa de la variedad musical para esa noche en el pueblo (Kinvara), y nos dice que si mañana a las 10 seguimos en la cama tampoco va a darnos una patada en el culo para echarnos (una de nuestras compañeras de habitación se lo tomó muy en serio, y cuando nosotras salimos a las 10.30, ella aún seguía roncando profundamente).
Llegamos a Galway sobre las 7 de la tarde. Esto es una ciudad, chiquitita, pero ciudad. Hay un Brown Thomas (que es una tienda de ropa rollo Zara), un Eddie's Rocket (hamburguesería como la que iban los protagonistas de Grease), tiene estación de tren, universidad, teatro, hace un frío que pela... Damos una vuelta por el pueblo, nos hacemos una foto con Oscar Wilde y su hermano, cenamos una comida típica irlandesa (¡por fin!), y volvemos a Kinvara a tomar algo.
Siguiendo las recomendaciones de la señora Melissa vamos a un pub, a otro y a otro, (ella dijo que aparcásemos y caminásemos entre ellos, pero tampoco hay que obedecer a los desconocidos al pie de la letra, así que conducimos los 100 metros que separan los 3 locales). En ninguno de los 3 hay música, así que volvemos al primero, porque nos pareció más bonito, y porque tenía un bonito hogar con fuego encendido. Cuando llevamos más de media hora allí una señora empieza a hablarnos y nos dice que claro que hay música, al fondo (para flipar, hay varias salas y todo, esto es como Razzmatazz). Allí hay 2 violinistas, un flautista y una señora tocando un acordeón chiquitito, pero no hay ni fuego, ni sitio para sentarse... mal cambio.
Cual Cenicientas, poco antes de las 12 nos retiramos.
Domingo 06/04/08
A las 9 me despierta Jenniffer López (el día empieza peor que ayer). En todo el albergue sólo hay 2 lavabos y 2 duchas, menos mal que está vacío, pero aún así, 2**** nos quitan las duchas. Conseguimos ducharnos, el champú no hace mucha espuma, pero huele muy bien... es acondicionador! con el pelo super-suave abandonamos nuestra morada, pasamos nuevamente por la playa y en Kinvara nos pegamos un homenaje con un desayuno Irlandés (medio en realidad, así nos ahorramos el trámite de tener que desayunar judías).
Kinvara - Dublin City: conducimos toda la mañana en dirección a la capital, por el camino empieza a nublarse un poco (durante todo el fin de semana no me he quitado las gafas de sol), empieza a chispear e incluso nos graniza. A las 14.30 entramos en Dublin por el norte, vemos Phoenix Park, St. Patrick's Cathedral, bordeamos el Liffey, y aparcamos cerca de O'Connell. Comemos, escribimos postales y al Airport.
Llegamos al aeropuerto a las 17, nos despedimos del Micra, pasamos el control policial (lo de los líquidos es una leyenda urbana, en la maleta va el bote entero de acondicionador y aquí nadie dice nada), hacemos algunas compras y al avión. Menos mal que no hay que facturar, porque yo sé de 2 que igual se hubieran quedado en Dublin (que mala suerte no tener que facturar).
Dublin Airport - Girona Airport: a las 18.30, después de hacer cola durante 15 minutos para despegar, nos elevamos sobre Dublin y nos despedimos una vez más de la Isla Esmeralda, con ganas de volver muy pronto.
Girona Airport - Sant Boi City; como diría María Jiménez s'acabó.
Sant Boi City - Girona Airport
Girona Airport - Dublin Airport: claro, que casi acabo en Roma porque yo me equivoqué de cola, pero el chato me cortó la tarjeta de embarque y me dejó pasar.
Sábado 05/06/08
Dublin Airport - Dublin City: a tomarnos una pinta en Temple Bar... bueno, vale, sólo fue media, que teníamos 200 kilómetros por delante... Que nos cierran el Temple Bar, pues tiene toda la pinta de ser una señal, tira millas...
45 minutos, dando vueltas por Dublin después encontramos la M6, seguramente tuvo algo que ver que saliésemos en dirección suroeste en vez de noroeste, pero claro, eso no lo sabíamos en aquel momento, y suficiente hicimos con mantenernos en nuestro carril de la izquierda.
Dublin City - The West!: toda la noche conduciendo y por fin llegamos al oeste. Para la primera noche no teníamos alojamiento, porque total, no íbamos a llegar antes de las 6 de la mañana, y como disponíamos de un confortable (ejem!) coche... En algún lugar que presentíamos cercano a nuestro destino decidimos buscar un sitio para aparcar y echar una cabezadilla. Nos metimos en el parking de un centro comercial (quien dice centro comercial dice una farmacia, una tienda de lámparas y enanos de jardín y un supermercado) apagamos el motor, tiramos los asientos para atrás y a dormir (6.10 a.m. local time). El centro comercial en cuestión abrió sus puertas a las 7 de la mañana, así que en seguida tuvimos compañía, pero también tengo que decirte que ni a ellos les importó, ni a nosotras tampoco.
10.30 Me despierta Nelly Furtado con más razón que una santa All Good Things Come To An End. Nos desperezamos durante 3 segundos, recuperamos la posición original de los asientos (en esto invertimos unos 8 minutos) y a conducir (ahora me toca a mi, por cierto). Un rato después llegamos al albergue, no sin pasarnos la entrada a la aldea un par de veces, y confirmamos mis sospechas, es de esos albergues que durante el día están cerrados, así que no podremos hacer el check-in hasta las 5 de la tarde. Vamos a la playa que hay al lado, y además de un par de perros paseando a sus dueños, vemos a un valiente que va a hacer kitesurf (estuvimos unos 10 minutos esperando a que e metiera en el agua y no lo vimos, así que es posible que sólo se estuviera pegando la vacilada... nunca lo sabremos).
Nos vamos a los Cliffs Of Moher. Incribles. Estupendamente preparados, con un murete para no caerse, y un mirador en cada punta del paseo. Un cartel de advertencia y mi vértigo me impiden ir más allá del mirador, así que me pierdo parte de las vistas, pero con lo que tengo delante ya me hago a la idea.
Seguimos camino hacia algún lugar donde nos den de comer, y en Ballyhsfgwqgf encontramos un restaurante español y un localucho con máquinas tragaperras (pero de las que no dan dinero, sólo se lo tragan) y con olor a fitanga. Ese olor es irresistible. Comemos, y antres de que Morfeo nos atrape decidimos volver al hostel vía Ennis, lo que nos desvía un poco, pero como no tenemos nada mejor que hacer.
Ennis es un pueblo como todos los demás, con casas de colores, una calle principal... pero un poco más grande. Y los sábados por la tarde tiene mercadillo, que lo sepas.
Cómo aún no hemos visto Galway (la cuarta ciudad de Irlanda) enfilamos hacia allí, descartando pasar por Limerick, que está a sólo 25 km de Ennis, pero a 92 de Galway, lo que empieza a ser un poco lejos. De camino hacemos el check-in en el albergue, no vaya a ser que se nos haga más tarde de las 22 y nos toque dormir en el coche otra noche. La señora Melissa nos informa de la variedad musical para esa noche en el pueblo (Kinvara), y nos dice que si mañana a las 10 seguimos en la cama tampoco va a darnos una patada en el culo para echarnos (una de nuestras compañeras de habitación se lo tomó muy en serio, y cuando nosotras salimos a las 10.30, ella aún seguía roncando profundamente).
Llegamos a Galway sobre las 7 de la tarde. Esto es una ciudad, chiquitita, pero ciudad. Hay un Brown Thomas (que es una tienda de ropa rollo Zara), un Eddie's Rocket (hamburguesería como la que iban los protagonistas de Grease), tiene estación de tren, universidad, teatro, hace un frío que pela... Damos una vuelta por el pueblo, nos hacemos una foto con Oscar Wilde y su hermano, cenamos una comida típica irlandesa (¡por fin!), y volvemos a Kinvara a tomar algo.
Siguiendo las recomendaciones de la señora Melissa vamos a un pub, a otro y a otro, (ella dijo que aparcásemos y caminásemos entre ellos, pero tampoco hay que obedecer a los desconocidos al pie de la letra, así que conducimos los 100 metros que separan los 3 locales). En ninguno de los 3 hay música, así que volvemos al primero, porque nos pareció más bonito, y porque tenía un bonito hogar con fuego encendido. Cuando llevamos más de media hora allí una señora empieza a hablarnos y nos dice que claro que hay música, al fondo (para flipar, hay varias salas y todo, esto es como Razzmatazz). Allí hay 2 violinistas, un flautista y una señora tocando un acordeón chiquitito, pero no hay ni fuego, ni sitio para sentarse... mal cambio.
Cual Cenicientas, poco antes de las 12 nos retiramos.
Domingo 06/04/08
A las 9 me despierta Jenniffer López (el día empieza peor que ayer). En todo el albergue sólo hay 2 lavabos y 2 duchas, menos mal que está vacío, pero aún así, 2**** nos quitan las duchas. Conseguimos ducharnos, el champú no hace mucha espuma, pero huele muy bien... es acondicionador! con el pelo super-suave abandonamos nuestra morada, pasamos nuevamente por la playa y en Kinvara nos pegamos un homenaje con un desayuno Irlandés (medio en realidad, así nos ahorramos el trámite de tener que desayunar judías).
Kinvara - Dublin City: conducimos toda la mañana en dirección a la capital, por el camino empieza a nublarse un poco (durante todo el fin de semana no me he quitado las gafas de sol), empieza a chispear e incluso nos graniza. A las 14.30 entramos en Dublin por el norte, vemos Phoenix Park, St. Patrick's Cathedral, bordeamos el Liffey, y aparcamos cerca de O'Connell. Comemos, escribimos postales y al Airport.
Llegamos al aeropuerto a las 17, nos despedimos del Micra, pasamos el control policial (lo de los líquidos es una leyenda urbana, en la maleta va el bote entero de acondicionador y aquí nadie dice nada), hacemos algunas compras y al avión. Menos mal que no hay que facturar, porque yo sé de 2 que igual se hubieran quedado en Dublin (que mala suerte no tener que facturar).
Dublin Airport - Girona Airport: a las 18.30, después de hacer cola durante 15 minutos para despegar, nos elevamos sobre Dublin y nos despedimos una vez más de la Isla Esmeralda, con ganas de volver muy pronto.
Girona Airport - Sant Boi City; como diría María Jiménez s'acabó.
1 comentario:
Olé, Olé... por fin has estado en los cliffs, "¿cómo se decía acantilado en inglés?, a claro, cliff", jajaj
Apa, gracias x el sms, xa mi cumple!!! estuviste presente!!!
Saludos, de st boi a ¿milán?
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