Se acabó la incertidumbre (y, ya de paso, mis vacaciones). No sabía ni cuando ni cuanto iba a trabajar, pues dudas resueltas: mañana me voy a Cádiz (y no es un viaje-regalo de San Valentín), y tengo contrato hasta el 31 de marzo, cortito, unos 12 viajes y fuera (aixó està fet).
La cosa ha sido más o menos:
- ¿Qué tal te va salir este viernes a Coruña o a Vigo?
- (Hala, un tercer plan, como no tenía dudas, ni ná, con lo de Venezia) Hombre, pues tenía planes. Si no me voy a Venezia, el sábado estoy ocupada.
- Bueno, ¿el domingo sí que puedes?
- Si no voy a Venezia, sí.
Siguiente llamada:
- Oye, puedes salir el jueves a Vigo.
- El sábado necesito tooodo el día. Llegar a Barcelona a las 12, no te deja tooooodo el día.
- Pues mañana a Cádiz.
Ea, aquí el que no corre vuela. Y otra vez, sin comerlo ni beberlo vuelvo a estar en el ajo. Y hablando de comida, hoy he hecho muffins de frambuesa (¡toma ya!). No han subido (la levadura y yo no acabamos de congeniar), y aún no los he probado, pero por aquí ya han repetido, así que sospecho que tan malos no habrán quedado.
Y voy a cortar ya, que me estoy perdiendo House.
13 febrero 2007
Y mañana a estas horas...
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