14 julio 2008

Stockholm

Después de un montón de años esperando para ir a Estocolmo, ya he vuelto y todo. A diferencia de lo que últimamente me estaba imaginando, no es como Amsterdam (¡Estocolmo me ha gustado!).

Pero he venido sin palabras, me traigo una imagen. Sólo una. El ayuntamiento de Estocolmo visto desde la sala de fumadores del hotel, un barco en realidad, así que en efecto, avispado lector, esa sala es un balconcillo a la intemperie (¡vivan las vacaciones en verano!).




A las 2.17 de la mañana del sábado "La Foto" era esa. Yo creo que es el amanecer, pero el hecho de que no se haga de noche complica bastante la tarea de decidir en que momento deja de anochecer para empezar a hacerse de día.

Además de esa pedazo de Foto. Vengo con 227 kilómetros y 300 metros caminados Gamla Stan para arriba, Strandvägen para abajo; unas cuantas compras en koronas (que con la tontería del leuro no cambiaba moneda desde que fui a Italia en el 99); y con 3 latas de sidra sueca de fresa y frambuesa que se me van a terminar muy pronto, y voy a empezar a echar de menos en menos tiempo si cabe.

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