26 octubre 2007

Una verdad incómoda

Hace unos días Madonna me dijo (vamos, que lo leí en su blog) que le han dado el Nobel de la Paz a Al Gore. Eso está muy bien, pero ¿qué tiene que ver lo que hace Al Gore con la paz? Quizá va siendo hora de crear nuevas categorías en esto de los premios (ahí dejo la idea).

Hace media hora he visto por la tele que le habían dado el Príncipe de Asturias a la Cooperación Internacional... este se va acercando un poco más, pero estoy segura que ese premio se creó pensando en ONGs humanitarias.

Para los despistados, Al Gore fue vicepresidente de Bill Clinton y perdió las primeras elecciones que ganó George Bush, después de un montón de recuentos de los votos, sobre todo en Florida y Texas (Estado gobernado por el hermano de Bush), que finalmente dieron los votos a... redoble de tambores... bueno, sabemos la respuesta de sobra. Desde entonces, el señor Gore hace conferencias por el mundo, hablando del cambio climático, y de cómo debemos trabajar para arreglar el planeta.

En 2006, presentó su documental Una Verdad Incómoda, basado en el material que utiliza para esas conferencias, pero con algunos añadidos. La película le valió un Oscar.

Y después de divagar un poco, vengo a referirme que El Nobel y el Príncipe de Asturias, vienen en respuesta a tremenda campaña de marketing, más que como fruto de cualquier otra cosa, pero está bien, porque a su vez van a proporcionar a la causa mucha publicidad, y sea marketing o no, lo que este hombre dice tiene que ser escuchado y difundido.

Por lo pronto, el Gobierno español va a comprar copias del documental para exhibirlas en los colegios... Así que si aún no la has visto, ve al colegio, o al vídeo club, o al Carreful (sólo vale 7 leuros... me gustaría decir que destinados a la causa, pero en el embalaje de cartón no lo pone).

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