El retorno al trabajo después de la escapada a Menorca fue algo aparatoso (como ya expliqué hace muuuucho)... pues mi despedida antes de las vacaciones no iba a ser menos...
El jueves cayeron 4 gotas en la zona de Linares, y no sé como se abrió un socavón de 300 debajo de la vía en la línea de Córdoba, que viene a ser la misma que la de Málaga, Sevilla y Cádiz. ¿He dicho Cádiz? Yo tenía que ir a Cádiz, ¿no?
Pues eso. La ida no estuvo mal. Alvia directo de Barcelona a Sevilla, y luego un regional hasta Cádiz. Y como la alta velocidad es así (es lo que tiene... velocidad alta) nos plantamos en el hotel 2 horas antes de lo previsto, con el consecuente susto para el recepcionista y cabreo para nosotros, porque de irse a dormir nada, que las habitaciones están sucias, y las limpiadoras no entran hasta dentro de media hora.
Y aún queda la vuelta... Lo lógico sería suponer que la vuelta es como la ida, pero en sentido contrario (ya que no duermen en cama, por lo menos que lleguen pronto a casa), pero las cabezas pensantes de RENFE no saben lo que es la lógica, ni han oído hablar de ella ni de lejos... Llevaron un tren vacío (menos mal, un gallifante para ellos) de Cádiz a Linares, pasando por Málaga y Granada (tardó sólo 12 horas en hacer el recorrido). A los viajeros y viajantes nos mandaron en bus. Llegamos a la 1.15 de la mañana, y nuestro autocar fue el último, con lo que los que llevábamos uniforme pudimos saber lo que sienten las chuletas de cerdo en el plato de un Rotweiller. 200 personas (demasiado generosa me parece esta palabra, yo diría borregos) y algún perro contra 9 pobres tripulantes.
A las 2.15 llegó por fin el tren. Haz camas, cántales una nana y chimpún. Barcelona con 2 horas de retraso, y lo mejor de todo... redoble de tambores... no les devolverán un duro porque son causas ajenas a RENFE... juas juas juas... me parto.
Y segundo asunto en la orden del día (casi se me olvida) La Foca Que Nunca Tuvo Amelie a reabierto sus puertas. El blog fue creado el mismo día que este, y como espero que comprobéis las hay que actualizan menos que yo (ejem...). Esperemos que esta vez haya venido para quedarse.
El jueves cayeron 4 gotas en la zona de Linares, y no sé como se abrió un socavón de 300 debajo de la vía en la línea de Córdoba, que viene a ser la misma que la de Málaga, Sevilla y Cádiz. ¿He dicho Cádiz? Yo tenía que ir a Cádiz, ¿no?
Pues eso. La ida no estuvo mal. Alvia directo de Barcelona a Sevilla, y luego un regional hasta Cádiz. Y como la alta velocidad es así (es lo que tiene... velocidad alta) nos plantamos en el hotel 2 horas antes de lo previsto, con el consecuente susto para el recepcionista y cabreo para nosotros, porque de irse a dormir nada, que las habitaciones están sucias, y las limpiadoras no entran hasta dentro de media hora.
Y aún queda la vuelta... Lo lógico sería suponer que la vuelta es como la ida, pero en sentido contrario (ya que no duermen en cama, por lo menos que lleguen pronto a casa), pero las cabezas pensantes de RENFE no saben lo que es la lógica, ni han oído hablar de ella ni de lejos... Llevaron un tren vacío (menos mal, un gallifante para ellos) de Cádiz a Linares, pasando por Málaga y Granada (tardó sólo 12 horas en hacer el recorrido). A los viajeros y viajantes nos mandaron en bus. Llegamos a la 1.15 de la mañana, y nuestro autocar fue el último, con lo que los que llevábamos uniforme pudimos saber lo que sienten las chuletas de cerdo en el plato de un Rotweiller. 200 personas (demasiado generosa me parece esta palabra, yo diría borregos) y algún perro contra 9 pobres tripulantes.
A las 2.15 llegó por fin el tren. Haz camas, cántales una nana y chimpún. Barcelona con 2 horas de retraso, y lo mejor de todo... redoble de tambores... no les devolverán un duro porque son causas ajenas a RENFE... juas juas juas... me parto.
Y segundo asunto en la orden del día (casi se me olvida) La Foca Que Nunca Tuvo Amelie a reabierto sus puertas. El blog fue creado el mismo día que este, y como espero que comprobéis las hay que actualizan menos que yo (ejem...). Esperemos que esta vez haya venido para quedarse.
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