The Simple Life

Hoy he tenido una revelación, o he hecho un descubrimiento, o como se le quiera llamar. Me he despertado de la siesta, y como lo de levantarme de la cama nada más despertarme no está hecho para mí me he puesto a hacer un poco de zapping. Y, ¿con qué me he topado? Con el reality de Paris Hilton. Qué tremendo.

La niña será una pija recalcitrante, pero hay que reconocer que, como mínimo, tiene que tener sentido del humor para irse a currar a una granja de la América profunda. ¿O alguien se imagina a la hija de la Preysler (¿se escribirá así?) en un sitio parecido? Sí, esa que lleva chófer desde que estampó el Mini Cooper contra un Starbucks de la Gran Vía madrileña (chica, al final no conseguiste que tu madre no se enterara).

Así que desde este momento me declaro fan del programa, que no de Paris, tampoco hay que pasarse, aunque la cancioncilla tenía su estribillo, ¿no? ya no me acuerdo pero lo tenía...

De fondo estoy entre Las De La Intuición de Shakira y el Apple Of My Eye de la Dolo, que el Winamp ya está haciendo de las suyas.

28-J

Para los que están orgullosos, para los que, simplemente, no se avergüenzan, para ellos, para ellas, para todos...

¡Feliz Día!

Concluyendo (o conclusionando)

Supongo que a estas alturas, ya te habrás dado cuenta (pero si no te lo digo yo) de que la frecuencia con que actualizo el blog está bastante relacionada con mis estados de ánimo... y con los días de descanso que tengo, claro, aunque esto también acaba afectando a lo otro...

Ahora toca miradita a la fecha de la entrada anterior, y con un rápido cálculo mental, toca responder:
a) Estoy currando demasiado.
b) Los ánimos están por los suelos.
c) A y B son correctas.

He estado a punto de dejar el trabajo, pero no lo he conseguido (¡lástima!). El sábado salí a Granada, y salí de casa pensando que iba a ser mi último viaje... como tripulante ¡oño! Pero en un momento de lucidez comprendí que no estaría mal cobrar el paro, así que me he pasado un viaje de ida y vuelta a Granada (incluyendo el rato que estamos allí) preguntando qué tengo que hacer para que me despidan. 38 horas y unos 200 “si hago _____ ¿me despiden?”, llegamos a:
Putada 1: en este trabajo no echan a nadie.
Putada 2: aún me quedan 3 meses de contrato.

Y mañana a A Coruña, un montón de tiempo después, a ver si es tan útil como aquel del julio pasado que aún me tiene por aquí. De momento San Juan me lo pierdo, pero no sé que esperabas, pringué Navidad y Noche Vieja...