¡Ya estoy de vacaciones!

Después de 2 meses y medio de duro trabajo (ejem) llegan unas merecidas (ejem) vacaciones. En realidad son forzosas, que se agradecen, pero que tampoco necesito especialmente, y lo peor de todo es que son indefinidas, que no infinitas, quizir que no sé cuanto duraran (como mucho hasta mayo). De momento, ya tengo una lista de cosas que voy a aprovechar para hacer:

• Descansar.
• Dormir en mi cama. Lo que creo que me lleva al siguiente punto:
• Comprar (por fin) un colchón nuevo.
• Gastar dinero (porque yo lo valgo, y porque yo lo he ganado) en cosas que no necesito especialmente. En esto ya he invertido la mitad de la mañana de hoy.
• Dormir en mi cama (aún sin colchón nuevo, que no me ha dao tiempo).
• Quedar un día de estos con vosotros, que al Guadiana ya le toca reaparecer, lo sé.
• ¿He dicho dormir en mi cama?... Pues dormir en mi cama.
• Ir al cine... ¿Con quién? Voy a echar de menos eso de yo pago el cine y tú las palomitas... Ya habrá más.
• Tomarme un té con hielo mientras escribo el blog. Con mi salida precipitada de Dublín se me olvidó comprar, y se me está acabando, lo que me lleva al siguiente punto:
• Pegarme algún viajecito, por aquello de no acostumbrarme a la vida sedentaria. De momento Berlín me espera, y espero que en breve lo haga Italia, que tengo ganas de volver a Venezia.
• Pegarme alguna que otra fiestecilla... bueno, visto lo visto, para eso no tengo que estar de vacaciones. Las que no me he pegado con 17 me las estoy pegando ahora (con 21, ejem)...
• Ponerme, en serio, con lo del carnet de moto.
• Escuchar música, ver películas, tocar la guitarra, ver la tele (espero no engancharme a los programas de la tarde... bueno, a los de la mañana tampoco).
• No hacer nada... hacerlo todo... hacer lo que me apetezca... pasarlo bien.
• Ah, se me olvidaba, quiero dormir en mi cama más de 2 noches seguidas.

De fondo el Collection, de Tracy Chapman, del 2001.