¡Qué me voy de viaje!

Contra todo pronóstico, y cuando parecía que muy lejos no iba a ir, los astros se han alineado y mañana me voy de viaje (de viaje de placer, se entiende).

Esta era la primera vez en mucho tiempo (de hecho no recuerdo cuando fue la última) que empezaba unas vacaciones sin tener ningún viaje organizado y, mucho menos, ni siquiera programado. No se han dado las mejores circunstancias. Encima, en los últimos 15 días ha llovido todos menos 3 ó 4, y eso no me anima a coger un avión y plantarme en cualquier sitio, sumando además las 2 olas de frío que han pasado por Europa...

Pero, en el último momento (ayer por la tarde), ha habido un giro argumental y me he visto en la obligación de organizar un viaje de hoy para mañana (y eso es totalmente literal). Copenhagen, Marrakech, Copenhagen, Marrakech, Copenhagen, La Sirenita, máximas de -5ºC, Marrakech... Marrakech. Ya te contaré.

Simplicidad

Aprovechando que estoy nuevamente de vacaciones (debo reconocer que estas aún no me las había ganado, pero tampoco me han dado a elegir) voy a invertir un poco de tiempo en hacer tonterías que me cuesta hacer cuando trabajo. A ver si una de ellas es escribir en el blog o, mejor aún, en los blogs.

Otra es tocar la guitarra. En las cuatro semanas que han durado las vacaciones de Navidad (las de mi profesor, claro, no las mías) he tocado la guitarra para sacarla del estuche cuando volví a casa el último día y otra vez para meterla para volver a ir a clase. Así que a ver si me pongo las pilas, porque La Chica De Ayer va a ser abuela...

De momento, me he aplicado, y como el profesor me sugirió que me grabara, después de consultar foros, leer tutoriales, elegir entre placas, interfazes, multiefectos, buscar en tiendas de Barcelona, del resto de España y de Alemania (vía internet, se entiende)... he comprado un cable, y he enchufado el ampli al ordenador, he podido grabarme en mp3 y lo mejor de todo, no han salido chispas (ni siquiera un poquito de humo).