Otra vez he ido a Dublin, y otra vez he vuelto. Esta vez se ha parecido bastante a la primera, por lo menos, en cuanto a turismo se refiere, con las visitas obligadas por cualquier guía que se precie, y que no hacía desde hace más de 3 años.
Trinity College: con la biblioteca antigua y el Book of Kells (un libro religioso y suuuuuuuuuuuper antiguo, que aún no tengo muy claro qué es).
Ginness Storehouse: la fábrica de la cerveza Guinness, a la que todo guiri en Dublin debe peregrinar por lo menos una vez en la vida, y donde beberás la mejor Guinness del mundo, que va de la fábrica al surtidor, sin agitarse en un camión o un barco.
St. Patrick's Cathedral: la catedral de Dublin, en honor al Santo Patrón de Irlanda. Si te cuelas en la misa te ahorras los 4 ó 5 euros que vale la visita.
Kilmainham Gaol: la antigua prisión de Dublin, en funcionamiento entre 1796 y 1924. El último preso que durmió allí fue Eamon de Valera, que poco después se convirtió en Presidente de la República de Irlanda. Obligatoria para cualquiera a quien le interese un poquito la historia más reciente de Irlanda.
Phoenix Park: el parque urbano más grande de Europa. Verde, verde y más verde. Mucho mejor con tiempo y unas bicis para pasear y unos bocatas para acampar a la hora de comer.
Además, claro está, de O'Connell Street, Grafton Street, St. Stephens Green, the Spire, el Liffey, el Ha'Penny Bridge... y la visita, totalmente prescindible, a Greystones, el pueblo más feo de toda Irlanda.
Trinity College: con la biblioteca antigua y el Book of Kells (un libro religioso y suuuuuuuuuuuper antiguo, que aún no tengo muy claro qué es).
Ginness Storehouse: la fábrica de la cerveza Guinness, a la que todo guiri en Dublin debe peregrinar por lo menos una vez en la vida, y donde beberás la mejor Guinness del mundo, que va de la fábrica al surtidor, sin agitarse en un camión o un barco.
St. Patrick's Cathedral: la catedral de Dublin, en honor al Santo Patrón de Irlanda. Si te cuelas en la misa te ahorras los 4 ó 5 euros que vale la visita.
Kilmainham Gaol: la antigua prisión de Dublin, en funcionamiento entre 1796 y 1924. El último preso que durmió allí fue Eamon de Valera, que poco después se convirtió en Presidente de la República de Irlanda. Obligatoria para cualquiera a quien le interese un poquito la historia más reciente de Irlanda.
Phoenix Park: el parque urbano más grande de Europa. Verde, verde y más verde. Mucho mejor con tiempo y unas bicis para pasear y unos bocatas para acampar a la hora de comer.
Además, claro está, de O'Connell Street, Grafton Street, St. Stephens Green, the Spire, el Liffey, el Ha'Penny Bridge... y la visita, totalmente prescindible, a Greystones, el pueblo más feo de toda Irlanda.