El Trío La La La ataca de nuevo

Si Sonrisas y Lágrimas hubiese sido dirigida por Quentin Tarantino tendríamos algo muy parecido a Sweeny Todd.

Lo nuevo del equipo Burton – Depp – Bonham-Carter es más de lo mismo, pero diferente a todo lo anterior.

La historia de este antihéroe, alterego de un Eduardo Manostijeras madurito y algo falto de cordura (ten tú tijeras en vez de manos, ¿a ver como acababas?) pasa en el Londres del siglo XIX, que ya de por sí es gris, pero pasado por la cabeza de Tim Burton queda mucho más oscuro y gótico, con una imagen muy a lo Sleeppy Hollow. El toque de color lo dan las ingentes cantidades de Titanlux rojo torpedo... nada que envidiar a lo que se utilizó en Kill Bill (ya se sabe que cuanto más compras más barato te sale).

El descubrimiento: la viz cómica de Helena Bonham-Carter. Es la voz y la imagen de los guiños de Burton... ya se sabe, dos que duermen en el mismo colchón... se quedan embarazados. Ese niño va a ser como el hermano mellizo y desconocido (estaba de intercambio cuando hicieron la peli) de Miércoles Adams.

En resumen, si te gusta Tim Burton te gustará, si te gusta Quentin Tarantino tienes mucho ganado, si te gustan los finales felices sal del cine a media película, si te gustan los musicales, éste es de los clásicos: ¿por qué decir hablando lo que puedes decir cantando?

Mi mes en 5 párrafos

5 semanas, 9 viajes (sólo uno de ellos de placer), un desfile (con afterparty incluida) y un partido de fútbol después, vuelvo a escribir.

El mes de enero cuesta. Así que de un plumazo me lo he cargado. Nunca, en los 2 años de historia del blog (los ha hecho uno de estos días,) había estado tanto tiempo sin escribir, y no por falta de acontecimientos, aunque ahora no recuerde los detalles, pero no ha habido ni tiempo ni ganas. Hace algún tiempo escribí mi semana en 5 párrafos, hoy toca mi mes en 5 párrafos. Allá voy:

Acabo el año yendo a París, me da fiebre del 27 al 30, poniendo en peligro el fin de año en Cádiz, pero hay estrellas que sólo se alinean una vez en la vida, así que voy a Cádiz, y la montamos, con robo de carrito del Carreful y posterior intento de meterlo en el ascensor del hotel incluido. Paso las 2 primeras horas y media del año en el baño del 13-5. Y no vuelvo a ser persona hasta muy avanzada la madrugada del día 2 de enero.

Empiezo el año con contrato nuevo y cuadro en el trabajo, algo no tan positivo como podría pensarse a priori, porque me he perdido todos los partidos que el Barça ha jugado hasta el día 24.

Un día incierto del mes de enero hago “chas” y aparezco en el desfile de Custo Barcelona en el BBB (un año antes ambos dos, el BBB y yo, estábamos en Berlín). Con fiesta para gente urbana incluida cortesía del amigo Custodio, que tuvo el detalle de pagar las copas, confirmando que lo que me sentó mal en fin de año fue la cena y no el vodka con limón.

Otro día, rebuscando en una tienda de discos, a ver que encuentro, tropiezo con algo que pasará a ser una de las joyas de mi colección, junto con single He Comprado Un Hombre En El Mercado de Antonia Dell’Atte y el disco de Beatriz Rico Hugo Es La Estrella. Pago 2 euros 99 por el cd debut de Paris Hilton, pero hubiese pagado hasta 3.

Y acabo el mes en el Camp Nou viendo como el Barça consigue una excusa para seguir cagándola en la Liga y empezar a hacerlo en Champions, clasificándose para... ¿semifinales? ¿cuartos? ¿a quién le importa? de Copa.